La banalidad de las rutinas:
Una necesidad por espacios de
construcción colectiva.
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Hannah Arendt, filósofa alemana, nos alerta que un sistema de poder político, mediante procedimientos burocráticos y jerarquizados, trivializa las consecuencias éticas y morales de los actos ejecutados por funcionarios incapaces de pensar y tomar conciencia de sus acciones.
De la misma manera, esquemas de dirección educativas monolíticas, centralizadas y jerarquizadas, que administran rutinas y que no facilitan la construcción de espacios para el desarrollo del pensamiento crítico, arriesgan transformar las tareas cotidianas de funcionarios en una reproducción obediente, irreflexiva y silenciosa de errores, ausencias o negligencias.
Lo anterior es especialmente preocupante cuando, dependiendo del grado de desacople y falta de comunicación entre las estructuras, se generan compartimentos estancos que reproducen y defienden intereses particulares o sectoriales, dejando rezagado el interés sobre la educación y los aprendizajes de los estudiantes.
Es por esto, que frente a las profundas transformaciones sociales, económicas, ambientales y culturales que vive el país y el mundo entero, se requiere diseñar alternativas de acciones estratégicas que nos permitan superar los viejos esquemas y concepciones de los modelos de gestión educativa centrada en la administración burocrática de las rutinas.
Se hace urgente en la región, un rápido desarrollo de espacios colectivos de construcción y reflexión de los indicadores relevantes para monitorear el logro en la equidad, calidad de la educación y pertinencia de los aprendizajes, de manera de hacer del Plan de Mejoramiento Educativo una herramienta eficiente y eficaz de los recursos públicos.
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Elaborado por Mauricio Torres Méndez
Mg. Sociólogo
Martes 22 de marzo de 2022
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*Los puntos de vista abordados en esta columna de opinión no necesariamente expresan los valores y pensamientos del Colegio André Bello.